FAMILIA BONILLA FERNANDEZ
Escudo de Armas, Historias, Genealogia, Enlaces Matrimoniales y mas...
   Don ISAIAS BONILLA & Doña ELVIRA FERNANDEZ
(xxxx-Ibague / 1923-Barranquilla)         (xxxx-Barranquilla / 1964-Barranquilla)

Fotos y Articulos:
Cooperacion brindada por doña Eloisa E. Castillo Bonilla Vda. de Movilla
ORIGEN del APELLIDO
Castellano.Apellido de origen toponímico, del lugar de Bonilla en la provincia de Cuenca (Castilla la Nueva). Según los etimologistas el nombre de lugar Bonilla viene del nombre propio italiano "Bonfiglio" que a su vez viene del nombre latino "Bonusfilius", que quiere decir en castellano "buen hijo".

ESCUDO de ARMAS
BONILLA
Escudo cuartelado: 1º y 4º de oro con una cruz de gules floreteada y hueca. 2º y 3º de de gules con un león rampante de oro. Bordura de oro con ocho aspas de gules.
Don Isaias Bonilla se radico en Barranquilla, procedente de Ibague, pero no se
le conoce Familiares y el Enlace previo es a otros Miembros Bonilla, con el fin
de entrar en contacto con sus Ancestros en Colombia
email me
Diputados electos para el periodo 1917-1919
12-ISAIAS BONILLA-Partido Liberal
Fuente: 'Politica en el Atlantico a principios del siglo XX', por Jaime Alvarez llanos
ASAMBLEA DEPARTAMENTAL
Enero 17 de 1918
Ayer fueron inauguradas las sesiones de la Asamblea Departamental en el presente año.

La elección de dignatarios para el primer período de diez días dio el siguiente resultado:
Presidente, doctor J. M. Blanco Nuñez. Vice-presidente, Tomás Emilio Pichón y Secretario, Antonio Luis McCausland.

Fue aprobada por unanimidad, una proposición de saludo para el Presidente de la República, al Gobernador del Departamento y las demás Asambleas del país.

Concurrieron a esta sesión los siguientes Diputados:
Doctor J. M. Blanco Nuñez, Tomás Emilio Pichón, Fernando E. Baena, Miguel Goenaga, Abel Cepeda, Juan R. Guzmán, Raimundo Cepeda, Patrocinio Arévalo, Gerardo Manotas, Isaías Bonilla, Pedro P. Guerrero, José de la Hoz Pérez, Hernán E. Amador y Julio H. Palacio.
ASTILLAS
En mi edad escolar, conocí a Isaías Bonilla, había él montado un magnifica “tienda”, surtida como atrapar a los parroquianos en sus múltiples necesidades. A esta tienda la denominó Bonilla con el nombre de “El Mercadito” y a fé tenía razón porque aquello era un mercado en miniatura. Bonilla era de baja estatura, bastante moreno y su pronunciación lo denunciaba como hijo del interior. Detrás del mostrador fundó este personaje, para mí inolvidable, su hogar donde se enseñoreaba la paz y la sobriedad: hogar respetable y respetado y que servía de ejemplo por la austeridad de quienes lo dirigían.
Lo anteriormente relatado era lo único que yo sabía de don Isaías Bonilla. Permanentemente lo veía entregado en cuerpo y alma, a su comercio; raras veces lo encontraba en la calle y me parecía una de esas abejas que no se asoman siquiera a la puerta del colmenar.
Pasaron los años y cuando yo me incorporaba en la vida política, me sorprendió gratamente ver a Isaías Bonilla concurrir con recomendable puntualidad a las reuniones de los comités liberales, es decir, que de su anterior abstracción o aislamiento, se pasó, ostensiblemente, a una verdadera actividad política; ya no me parecía una abeja escondida dentro del colmenar, sino el río que sólo esperaba a que se levantaran las compuertas, para precipitarse ruidoso y alegre por los propicios terrenos.
Isaías Bonilla, era orador; era periodista y periodista que buscaba la controversia en las alturas. Se enfrentó a los mejores valores intelectuales de la época que se le había encomendado al Partido Liberal.
En nuestro barrio, porque éramos vecinos, Isaías Bonilla fundó la “Sociedad de Conferencias para el Pueblo”, que era una escuela nocturna para ilustrar a los obreros, mediante conferencias encomendadas a notables personalidades del liberalismo; allí escuchamos la voz de Tomás Surí Salcedo, la de Joaquín Bornacelli, de Luis Enrique Vargas, la del doctor Padilla, , doctor Francisco Vizcaíno, José Félix Fuenmayor y muchos otros que seria prolijo enumerar.
Bonilla había estudiado intensamente lo relacionado con el Cometa Halley. Era la época en que los periodistas explotaban el tema de los daños que causaría la “cola” del cometa a la tierra. El ambiente era de verdadera expectativa; las gentes se echaban a las calles, para ver la trayectoria que recorrería el Cometa. La aparición del Cometa era después de las 9 de la noche y duró la angustia muchas noches. Bonilla entregado al anhelo de servirle al pueblo, se respaldó con la lectura de las informaciones concernientes al Cometa Halley y de esta manera, con su acopio de pruebas apareció en la “Sociedad de Conferencias para el Pueblo” e inició su exposición, afirmando de manera enfática, que no había nada que temer; que el “Cometa” pasaría sin hacerle daño alguno a la Tierra; que todos podrían irse tranquilos a sus casas, en la seguridad de que no corrían riesgos y casi al finalizar, su perorata, las gentes corrían angustiadas por las calles, pues se habían recibido noticias de que Santa Marta era sacudida por un fuerte temblor de tierra; los teatros se clausuraron y exigieron a los concurrentes retirarse a escape.
Se presumía la hecatombe; el Salón de Conferencias quedó desierto, y yo me encontré a Bonilla en la puerta del local, todavía con el pedazo de tiza en la mano, con el cual había ilustrado su exposición en un tablero, y me dijo sonriente:
-Vea usted en las que me he metido por hacerle “cuarto” a Garavito…
                                                                                                           PEDRO N. MIRANDA
                                                                                                                (Fra Diávolo)
Yolanda Santamaria Bonilla, el día de su matrimonio con Arturo 'Toto' Movilla, del brazo de su Padre: don David Santamaría Guzman.
Stella Bonilla Fernández
Stella Bonilla Fernández
Gladys
Santamaría Bomilla
y
Arturo De la Espriella
Elizabeth
Santamaría Bonilla
de Mazzilli.

    Diamantina y Stella Bonilla Fernández.             Stella  y Diamantina Bonilla Fernández.
Isaías Bonilla                                  David Santamaría Guzmán
Andrés Fernández